I Congreso Internacional “Arte y Políticas de Identidad. Visualidades, narrativas migratorias, transnacionalidad y género en el arte contemporáneo”.

José Luis Panea, "Hello Millstreet, Sarajevo Calling. Representando la diáspora, ensayando el propio cuerpo. Litigios en torno al Grand Prix de la Chanson". 













El Call for papers, lugar común de quienes vamos deseando llevar a término (que no cerrar) nuestras investigaciones de cara a ver qué ocurre (cómo nos relacionamos y cómo los demás se relacionan con la propuesta comunicativa), en fin… marca el ciclo litúrgico anual, recrea un calendario de ansiedades pero también de descansos organizados.

Esta vez es diferente, ya que dos de las temáticas del congreso en cuestión convergen justo en algo (artículo) en lo que estoy en ese momento: ¡Bingo! Pero no suele ser así. Y de hecho, de ahí la angustia del trabajo forzado del cómo puedo insertar  (esto), pues de otra manera la mayoría de discursos o debates confluentes en todo proceso de investigación –y desde la investigación– no encuentran o encontrarían si acaso (un) eco. 

Sí, esta vez es diferente: justo en el momento en que he podido adquirir valiosa bibliografía al respecto y tengo dos artículos en curso... sí, hablaré de Eurovisión. Me centraré en dos aspectos del Festival que pueden caber dentro del congreso: la cuestión migratoria en referencia a la diáspora, la raza o los conflictos internacionales, y por el otro la cuestión queer en tanto que (des)centralizadora de ese cuerpo abyecto versus marca-país, dos aspectos que en sí definen las paradojas del mismo espectáculo.

La Facultad de Bellas Artes de Murcia sorprende por su condición periférica y sin embargo las posibilidades de su profesorado. No sólo pude conocer en persona tiempo antes, ya en Cuenca, a Verónica Perales Blanco y a Jesús Martínez Oliva tratar temas relacionados con los feminismos en sendas conferencias/talleres dentro del programa de profesores invitados, sino que ya tuve el placer de revisar uno de los textos de Virginia Villaplana (y conocerla personalmente en el encuentro Memoria y desacuerdo: políticas del archivo, registro y álbum familiar de Huesca) y Pedro Ortuño para nuestro Secuencias de la experiencia…, y este último con quien estoy realizando también la revisión de un nuevo volumen acerca de prácticas videoartísticas contemporáneas en el Estado Español.

Y los invitados: Rogelio López Cuenca –a quien tuve el honor de presentar en el encuentro que organizamos de Art After Research–, Sayak Valencia –quien cuyo texto inspiró el corto de mi compañera performativo-doméstica Miriam Navarro Prieto–, e Isidro López-Aparicio –que aún no conocía pero de quien recibí amistad en Facebook tiempo antes–. Con semejante palmarés, a los que añadir Ana Pol (que fue mi profesora en Salamanca), Henar Pérez (de aquel maravilloso encuentro de Sevilla Estéticas políticas, políticas estéticas), Laura Baigorri (de quien había oído hablar tanto y tan bien cuando estaba en Barcelona), uno comienza a encontrarse en casa en el minuto uno tras conseguir avanzar a la facultad (casi hay que escalar para llegar a su puerta, con el carácter divino al que Bachelard apuntaba en su análisis de la escalera).

Día 1. Miércoles, 31 de mayo.

En la cafetería, al fondo a la derecha efectivamente, tras un largo corredor, se encontraban ellas: Virginia, Sayak y Ana. Desayuno fuerte, y al aire libre, que la jornada lo requería, y nos vamos hacia el salón de actos a presenciar el correcto acto protocolario hasta que a un tal rector le urge hablar de “desvirgar” el congreso, un congreso al que minutos antes, con el jolgorio de acreditaciones y gente perdida sin saber qué puerta cruzar, se había referido como un congreso de antropología. No tengo tiempo para seguir quedándome atónito, además de que nunca llegó a indicarme la puerta correcta, pero desde luego que la retórica masculinista precisamente aquí fue –está claro– firmemente condenada. Llegó a hablar de las “obligaciones morales” de “los artistas 

A las 10:17 da su paso Isidro, con la conferencia plenaria del día, quien nos habla del arte como herramienta para transformar conflictos, mostrando una serie de piezas propias, defendiendo una práctica artística cuyo compromiso reside en nosotros mismos, nuestro entorno, en la familia (ahí lanza una diatriba del tipo “suplemento dominical”) en fin, en el cotidiano. Tras él, a la media mañana tuvo lugar un descanso en una sala adyacente y socializamos. Abordé cual grouppie, ya se sabe. Es el momento. Y a las 12: 18 regresaríamos al salón de actos con Marina Pastor Aguilar y Raúl León Mendoza, quienes dedicaron sus palabras a la frontera sur del Mediterráneo y los dispositivos de control, recurriendo en gran medida a la filosofía de Agamben, preguntándose de forma sugerente: “¿A qué dispositivo ontológico depende la parada y luego la detección?” Tantos apuntes tomados de esta presentación que no tendría espacio aquí: un repaso a cómo el control de la población, de los cuerpos al fin y al cabo, es el control de la fuerza de trabajo. A continuación siguió Lucía Aranda Kirlian y sus palabras acerca del muro y el muro pintado como manifestación/pronunciación política, y Rocío Villalonga acerca de un proyecto colaborativo realizado en Jordania. Luego Maider Tornos, quien hizo un excepcional repaso por algunas piezas de Sigalit Landau, una de las artistas centrales en mi tesis, y que nos habló de la reactualización constante de la imaginación del enemigo extranjero, en lo que podríamos calificar, según ella, de “una exterioridad incómoda y dolorosa” a través de la analogía cuerpo-frontera-nación.

 Presentación de las revistas Journal for Artistic Research, Re-Visiones, Arte y Políticas de Identidad.














Desde las 13:56 a las 15:21 disfrutamos de una comida también al aire libre. Y de hecho, mucho aire. Siempre es complejo el momento de elegir silla. Puedes caer cerca de alguien que apenas te siga la conversación, o que por el contrario la monopolice, o que justo la persona con la que tienes confianza decide dar un movimiento final y te abandona descolocado, incluso ante gente más tímida que tú (generándose silencios...). Como no soy de acompañante, siempre a uno le toca aventurarse, pero ya se va cogiendo práctica y empiezan a barajarse distintos tips. Pero esta vez no, no hará falta calcular. Como a quien conocía era a Ana decidí que no a su lado sino delante para no perder el contacto visual, da igual quien tuviese al lado (Llamamiento a todas las parejas: no por estar al lado se conversa mejor, de hecho te estropeas el cuello) Pero al lado una pareja que me robó el corazón. Y entre robo y tortículis al menos podía llegar a rozarlos. Miquel y Alicia, ambos mallorquines, él filósofo, ella artista enseguida acogieron mi asiento, iniciando una conversación que se extendió a toda la mesa y en la cual él mostró sus dotes a la hora de acompasar, acomodar y en definitiva, moderar una improvisada conversación de gente desconocida. Y si además la comida corre de cuenta del congreso, alas en los pies.

A la vuelta siguieron las ponencias de María de los Ángeles Pereira, Olga María Rodríguez Bolufé, Hilda María Rodríguez Enríquez y Kirenia Rodríguez Puerto, cuyas aportaciones versaron acerca del arte y las migraciones en el Caribe contemporáneo, de las que rescato sobre todo las referencias a la artista Tania Bruguera. Justo a continuación seguimos con Laura Baigorri que nos habla de cómo gestionamos tanto “la intimidad como la extimidad” en referencia a Derrida y a Tissman y centrándose en los proyectos de Franco y Eva Mattes y Richard Prince. De ahí a las 17:15 llegamos a Ana Pol que nos habla de cómo conceptos como repetición, orientación y conquista son clave para una serie de políticas de terriotorialidad las cuales ella destaca en piezas de distintos artistas contemporáneos, devolviéndonos así a la vulnerabilidad del cuerpo. Continuamos con Inmaculada Abarca y un fascinante proyecto acerca de la indumentaria femenina en Uzbekistán a través de las representaciones de lo vegetal en las manifestaciones culturales. Después llegamos a Miki Yokoigawa y su genealogía por una serie de obras relacionadas con los feminismos. Por último, y entre que me salgo y no (algo bastante revelador: cronometrarme quince minutos e ir al baño –encerrarme– y recitar: se acerca mi momento), así que estas últimas comunicaciones solo pude disfrutarlas de forma intermitente. Bien, al menos llegué a Domingo Pujante que nos habla de sexualidades no normativas a través de distintos largometrajes, entre ellos Le Fil, de Claudia Cardinale. En el descanso, que va con un poco de retraso, me llevó a tomar un poleo menta y un paseo por aquellos pasillos, aclarando un poco la cabeza y relajando los nervios. Una vez preparada la mesa, mis compañeros, Diego Marchante y Danny González.

Virginia me presentó a Diego en ese descanso. Su tranquilidad me encandiló y sobre todo el saber de esa su primera ponencia, y de alguna manera su edad digamos que en la incógnita. ¡Es, además, profesor de la UB! Su ponencia, acerca del Archivo T, es decir su tesis, arrojó luz a otras metodologías (espasmos) de investigación dentro de la interdisciplinariedad de las artes, más aun dentro de los estudios feministas o queer. Sus amables palabras me precedieron, dando paso a un powerpoint que deseé desconcertante. 

It's my time...

Con la imagen de Alex Florea, cantante representante de Rumanía 2017 subido encima de un cañón en el puente de su actuación en una postura macha pregunto: ¿Podemos pensar el esenario anual del Festival de Eurovisión como una plataforma de reivindicación/enunciación política? Y, si es así, ¿qué puede aportarnos dicho planteamiento?” Tras mis quince minutos largos llegó Danny González y sus palabras acerca del transformismo y la estética trans en algunas obras de autores colombianos. Por último y tras el breve descanso final y las palabras de enhorabuena de Aurora Fernández Polanco, Ana Pol, Rogelio López Cuenca, Domingo Pujante y Jesús Martínez Oliva, nos vamos a la última presentación del día, el documental BANGO por parte de José Ramón Bas. Exhaustos ya a las 21:15, después de tantas horas en el edificio, es momento de cenar. Virginia nos llevó en coche al centro y disfrutamos de hecho, de una velada con paparajote y sorpresa final” del camarero. Juzguen ustedes.


Los mojitos, sorpresa final.


















Día 2. Jueves, 1 de junio.

No lo he dicho aun. El hotel está en obras. NH. Y pese a ser un cuatro estrellas, el descanso ni siquiera es opción. Si bien ayer conseguí evadirme de los taladros en el margen 14:00-15:00 (descanso obrero) con un descarnado baño (por cierto en todos los baños de Murcia se promueve el ser responsable con el consumo de agua), enseguida retomaron su ritmo, suerte que en media hora saldría pitando porque había quedado. Total, que este segundo día he amanecido indigesto pues la copiosa cena de anoche junto a las constantes bromas y la celebración de un exitoso primer día, han hecha más compleja la incorporación.

Comenzamos con Rogelio. Los bárbaros nos dejó momentos para el recuerdo, si bien siguiendo la estética desmanteladora de todos sus proyectos, pudimos observar las posiciones encubiertas de los mom-numentos en el espacio público, tanto realzando un exotismo como neutralizando al otro: “una piedra encima del delito”. 11:28 Ronda de preguntas, y resulta que a quién tengo a mi lado. Henar Pérez. Ya me llamó la atención en el programa UCA (Universidad de Cádiz). Y la única. Quién podía ser. Sí, la misma que tomó mi foto en Estéticas políticas, políticas estéticas. Asistente a congreso que el segundo día desapareció y de quien jamás volví a saber. Y fíjate tú por dónde. Bien, continuamos y es el turno de Belén Romero Caballero acerca de “la concepción móvil de la cultura” y después María Jesús Aparicio González y su intervención acerca de la novela gráfica a quienes sigue Delicia Aguado quien nos hace un inquietante “spoiler” de la serie 3% y por último Xesqui Castañer López que apuntó a una serie de fotógrafas contemporáneas asiáticas y africanas tan subversivas en sus entornos domésticos como Shadi Gadirian o Sukran Moral. El turno de preguntas nos deja unas memorables palabras por parte de Belén Romero: “La lucha por el reconocimiento es una lucha por la existencia humana y a través de la imagen, lo cual es un acto político”. Y así, en este diálogo “entre sures y nortes” también junto a Sayak (cuya intervención siempre es una experiencia transformadora), nos vamos yendo que hay hambre.

La comida en esta ocasión, y tras los grandes dilemas del vegetarianismo de ayer, hoy es mucho más resuelta. Hemos acudido antes para evitar problemas. En efecto, Miquel, Alicia no quedaron muy contentos, pero recibieron sus hamburguesas veganas a tiempo. A Ana quisieron cambiar su pedido una vez se quedó sin plato y conformarse con una tortilla francesa. Los postres están en el centro. Quedamos resguardados del sol tras un toldo. Se trata de dos mesas paralelas. Entablé conversación con Rocío, una chica argentina que en su viaje por España había recabado en el interés de este encuentro, y también Víctor, que se había hecho tantos kilómetros desde Zaragoza en el día de hoy. El sentimiento de comunidad queda fraguado en la proyección de esta noche. Está claro que estamos aquí para eso, que estamos en un mismo espacio-tiempo que nos va a unir tan efímeramente que cada conversación es un huracán. Bien, a continuación tiene lugar la presentación de las revistas Journal for Artistic Research, con Isidro nuevamente, Re-visiones, a cargo de Aurora Fernández Polanco, y Arte y políticas de Identidad, con Pedro y Virginia. Viviana Silva, que justo estaba de los nervios dada la eminente presentación de su tesis, a las 16:49 comienza su lectura acerca de un proyecto colaborativo realizado en Chile donde se exponen las problemáticas propias del arte y su capacidad de construcción de vínculos con lo social. Y después por fin Henar, que con “Poéticas de una similitud aparente. Aproximación a la globalización estética y cultural” realiza un recorrido por el “nuevo internacionalismo” analizando las posibilidades de las distintas derivas del arte en exposiciones clave para entender este fenómeno, se diría que del nomadismo, hoy, con artistas como Francis Alÿs, Zoe Leonard, Haroun Farocki y Antje Echman. Es aquí que soy consciente de un tiempo. El poco tiempo que queda. Vaya, tengo un deadline.


Henar Pérez Martínez, "Poéticas de una similitud aparente. Aproximación a la globalización estética y cultural".













Con rabia, cómo no, se ha de sacar tiempo en un congreso donde todo tan rápido que hay que andar al vuelo, pues tanta información tan preciada que apenas intentas retenerlas ya se desvanece (de ahí a golpe de lápiz). Pero finaliza esta noche el envío de un artículo para la revista Laocoonte y he de redondear algunos engorrosos pasos propios de las plataformas de envío, así como terminar de corregir el texto. Esto me impidió seguir las siguientes ponencias, no obstante llegué a tiempo a la de Víctor Murillo Ligorred (que conocí en la comida), José Hernández Rubio, Almudena Ortega Acevedo y por último mis queridos Miquel C. Oliver y Alicia Santamaria Binimelis. En cuanto al primero, una aguda lectura acerca del imperialismo de la guerra televisada de nuestros días; el segundo, un acérrimo acercamiento a Ai Wei Wei que para alguien como yo que ha presenciado el espectáculo de su puesta en escena en la Catedral de Cuenca,… haciendo sus palabras (cómo no) aguas además de precisamente a través de un tono (cómo no) ciertamente impositor. La tercera, Almudena, nos propuso un recorrido (uno de tantos) por el selfie, en algunos momentos osado pero con una gran carga poética –“la migración de la propia mirada”– y reflexiva, aportando, a pesar de la pertinencia temática, sugerentes momentos. Y por último Miquel y Alicia, que en el último sprint, consiguieron cerrar la jornada con una investigación acerca del anonimato y el racismo desde la obra de Banksy bajo la premisa: “en qué medida las estrategias de ocultar o manipular de forma autónoma la propia identidad pueden ser útiles para resistir, criticar, subvertir los discursos racistas, el odio, la xenofobia”. El intenso debate posterior se mezcló con las prisas, no obstante decidimos salir del edificio aun a tiempo, en pleno atardecer, para coger el tranvía.


Miquel C. Oliver y Alicia Santamaria, "Je (ne) suis personne. Huir del identitarismo para combatir el racismo: el grafiti clandestino del indocumentado Banksy".













Desde ahí, el resto fue todo celebración. Un agradable paseo en tranvía nos llevó a Plaza Circular, uno de los centros de nuestra ciudad. Caminar solo y caminar acompañado. Caminar solo la ciudad nueva es una gozada, mientras que en compañía, y en compañía en este caso de recién conocidos implica un ajuste de compases. Es obvio que nuestro rumbo iba a ser, cómo no, caótico. Caótico entre conversas, entre risas y con la mente en ebullición de tantas cuestiones en el aire. Pero llegamos. Una vez allí lo fundamental era un lugar donde comer y beber algo, y se me ocurrió que lo mejor sería Mano a mano, un restaurante joven vegan friendly, con gran variedad de comida italiana. Aunque éramos un reducido grupo, se nos unieron otras dos compañeras asistentes y después de esto, recorrimos todo el centro de la ciudad hasta el casco antiguo, donde lo tenía bien claro: un a piedra de licor de hierbas. Ah, no que aquí no se llama piedra, es copa. 


Mano a Mano, Murcia.